”Y de repente existimos, sin preámbulos, como actores en un
escenario cuyo guion nunca hemos leído y donde navegamos en una maraña de
percepciones, una trama en la que lo real y lo imaginario se entrelazan
inextricablemente. Inmersos en un océano de 'cosas que parecen ser' y que por
montones nos abordan o las descubrimos, revestidas en una dualidad de ser y
no-ser, que existen o 'recreamos' en un oleaje constante, desvaneciéndose en la
inexistencia, disolviéndose en el pasado, algunas aferrándose a la memoria en
un desesperado intento por no desaparecer, como aquellos momentos de felicidad
fugaz, reales, palpables en su instante, que luego se desvanecen, dejando solo
un eco en nuestra memoria.
Y existimos confiriendo calidad de posible a 'cosas ideales',
aquellas que habitan solo en el reino de nuestros sueños o en un futuro
imaginado y anhelado. Visiones, forjadas en el taller de nuestra mente, que con
frecuencia toman forma en nuestra realidad tangible, influenciando así nuestras
acciones y percepciones, y eso que inicialmente existe como mero pensamiento o
deseo, a menudo acaba moldeando y transformando nuestra realidad concreta.
Y en el corazón de esa experiencia, como un faro en medio de ese
océano existencial, nuestro 'yo', interactúa entre lo imaginado y lo real
resaltando cómo sus expectativas y sueños no solo son reflejos de sus deseos
más profundos, sino también poderosos catalizadores que dan forma a su
existencia. Esa, que se nos presenta inmersa en múltiples e inciertas
sensaciones, y en donde por momentos nos percibimos como meros espectadores y
nos lleva a cuestionar nuestra 'certeza' sin el 'yo'.
Y es ese 'yo', una entidad fluida, modelada no solo por nuestras
acciones y pensamientos sino también por el fluir constante de tiempo y
espacio. Una entidad en constante redefinición, formada y deformada por el
oleaje existencial, que nos obliga a preguntarnos: ¿existimos realmente si no
somos conscientes de nuestro 'yo'?
¿quién soy en este instante fugaz? ¿Es mi 'yo' un reflejo fiel de mi
esencia, o simplemente una sombra efímera proyectada por el contexto de mi
vida?
Y en medio de estas reflexiones, emergen momentos de claridad
absoluta. Momentos en los que el ser y el hacer se funden, donde el pasado y el
futuro parecen desvanecerse, dejándonos sumergidos completamente en el
presente, donde el ser se siente más real, más tangible.
Y la calidad real de esta dimensión existencial ya sea una
secuencia, una eterna ilusión, real o no-real, o un 'Eterno Retorno' al estilo
de Nietzsche, es el escenario en el cual el 'yo' existe y no existe,
simultáneamente. Aquí, se empapa de la realidad que 'encuentra', como una
esponja que absorbe el agua del mar, sin poder discernir completamente su
propia naturaleza.
Y en este mar de existencia, reflexionamos sobre ese dilema del
'Eterno Retorno'[1]: ¿Viviríamos nuestra vida de la misma manera si supiéramos que se
repetirá eternamente? Esta pregunta, planteada por Nietzsche, nos invita a
reflexionar sobre la autenticidad y el valor de nuestras acciones y decisiones.
Si cada acto, cada pensamiento, cada momento de alegría y dolor se repite
infinitamente, ¿cómo cambia esto nuestra percepción del 'yo' y de nuestra
existencia?
Y entonces nuestra existencia es vista como un lienzo dinámico, en
el que cada uno de nosotros pinta con los colores de nuestras experiencias
únicas. Es un río cuyas corrientes nos llevan por paisajes cambiantes de
certeza y duda, de ser y no-ser, y aunque este río fluye hacia destinos
desconocidos, lo que permanece constante es nuestra capacidad de dar forma a
nuestra propia realidad, de definir nuestro 'yo' en este vasto mar
existencial.”
[1] https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/edublog/ieselcalero/el-eterno-retorno-el-pensamiento-abismal-de-nietzsche/#:~:text=Consiste%20en%20aceptar%20que%20todos,y%20futuras%20se%20repetir%C3%A1n%20eternamente
No comments:
Post a Comment