Los pensamientos no se detienen. Van, vienen, oscilan, entre los recuerdos, el presente y las ensoñaciones futuras.
Con respecto a mis memorias, no sabría decir si son exactas a lo vivido, pero me han sido utiles para generar mis ideas y en la toma de mis decisiones.
No tengo elección, pero he optado por guardar en la memoria esos recuerdos que siento fueron de mayor impacto y más cercanos a la experiencia vivida. Recuerdos de mis experiencias familiares. En ellos recuento tanto las fallas como aciertos.
Almacenamos una cantidad enorme de pensamientos en la memoría, que no solo subyacen, se armonizan y entrelazan con los pensamientos de cada día. Me atrevo a afirmar que, junto con la intelección, imaginación y nuestras emociones, la memoria es primordial para la generación de ideas, la edificación del conocimiento, la toma de decisiones y la construcción de realidad.
Hoy comprendo que el Señor no es silencio ni invisible y está en cada momento y espacio de nuestro existir. Lo podemos percibir en el entorno, en los recuerdos, en los sueños, en las emociones y sentimientos, en la naturaleza, en el espacio, en ocasiones <presencialmente> otras <virtualmente> y hasta <cuánticamente>. El Señor es Vida.
Entendí que el ser humano no <crea> Vida, es parte de ella y es el <vehículo> por el cuál la Humanidad se <realiza> y <multiplica> en este mundo. Él está destinado a prolongar, perpetuar y extender tanto la Humanidad como la Vida.
A diferencia de otras criaturas, el Hombre ha sido bendecido con magníficos poderes y dones, que le brindan la oportunidad de descubrir, recrear, modificar, transformar, re-diseñar, estudiar, usar y hasta abusar de lo ya creado en este universo.
Ahora sé que no hay vida sin muerte. No hay vida sin propósito. No hay experiencia que no enseñe. Todo es posible o sino, improbable. No hay amor sin odio. Todo busca equilibrio aunque no logre <balance>. No hay acción sin reacción y acción. <Todo> está conectado, es una sola <Cosa>.
Hoy me niego a creer en la <Nada>, todo en el universo que conocemos, hasta el Vacío, está lleno de <Cosas> que aún no aprehendemos.
Unicamente lamento no tener recuerdos o memorias de mi concepción. Sin ellos nunca entenderé cómo la Vida se me <otorgó> y <entró>, al ser concebido.
No comments:
Post a Comment
Thanks for your comment, it is of immense value, have a great day.