Hermano lo siento, dudo de ti y lo hago mucho. Tal parece que aún no entendí bien tu
mensaje. Hoy innumerables “dueños de la verdad” y falsos "profetas” vociferan sus interpretaciones y todo está confuso. Por favor
Amigo ayúdame a ver claro el camino.
Demostraste lo que es tener inmensa resistencia y perseverancia, pero me rindo tan
fácil y rápido.
Demostraste tu fortaleza ante el verdadero sufrimiento, pero me quejo y lloro por un pellizco.
Nos enseñaste lo que es la fe, la decencia y la firmeza, pero renuncio a mis principios tan rápido.
Nos dijiste que para
entenderla, y tener una buena vida, se nos fue dado el amor, la fe y la inteligencia. Los
tres juntos nos muestran el camino a la luz, los tres separados nos dirigen a la oscuridad.
Tu
ejemplo de dar y servir son el combustible que debe mantenernos en el buen camino.
Hoy
necesito sentirte cerca, sé que esto es físicamente imposible, pero si decido
creerlo, se hará realidad. Tu presencia concede el valor para vivir
siempre en la verdad: Si soy honesto simplifico mi vida y doy el mejor ejemplo.
Si te tengo
cerca, tu ejemplo de humildad y bondad seguro guiará mis actos y pensamientos lejos de la oscuridad y podré dar lo mejor de mí a todos los que se me
acerquen.
Te ruego
nos envíes bendiciones para que nos guíen a la paz y
serenidad y logremos amarnos unos a otros.
Tú nos
enseñaste que el creador está aquí, que nos rodea, nos
habla todos los días y nos perfecciona.
A ti mi Hermano, ni un libro, ni un santuario, ni un símbolo ni nada que podamos
concebir te hace honor, ni te acerca tanto, como simplemente amarte y seguir tu
ejemplo que nos brindaste con tu dolor, tu sangre y tu vida.
No comments:
Post a Comment